El día que me detuve al pie de un maizal y escuché el crujido de los altos tallos secos movidos por el viento, recordé algo que había olvidado hacía tiempo. Detrás del maizal, una tierra en pendiente, estaba el cielo vacío. "Este es un sitio al que hay que volver", me dije, y escapé al punto, en bicicleta, como si debiera llevar la noticia a alguien que estuviese lejos.
Era yo quien estaba lejos, lejos de todos los maizales y de todos los cielos vacíos.
César Pavese, El maizal
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1 comentario:
«volveremos a la calle a mirar transeúntes
y también nosotros seremos transeúntes», pavese.
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