Canto de los Tuaregs. África del Norte

La gacela que tú heriste
vino a morir bajo los tamarindos
cerca del redil donde mis esclavas
lavan sus ropas.
La encontramos al atardecer
de regreso a nuestras tiendas.
Aun estaban suaves sus miembros,
y sus párpadosno cubrían totalmente
sus largos ojos tristes.
En el asta de la lanza
clavado en su flanco
reconocí tu marca.
¿Seré yo como la gacela?
Respóndeme, por Dios, oh tú,
cuya mirada
ha herido mi corazón.


Antología de poesía primitiva

2 comentarios:

silvia camerotto dijo...

Aquí Pasaba A Pie Por Estas Calles de Ernesto Cardenal



Aquí pasaba a pie por estas calles,
sin empleo ni puesto y sin un peso.
Sólo poetas, putas y picados
conocieron sus versos.

Nunca estuvo en el extranjero.
Estuvo preso.
Ahora está muerto.
No tiene ningún monumento…

Pero
recordadle cuando tengáis puentes de concreto,
grandes turbinas, tractores, plateados graneros,
buenos gobiernos.

Porque él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo,
en el que un día se escribirán los tratados de comercio,
la Constitución, las cartas de amor,
y los decretos.

Mario Waits dijo...

Todos hemos sentido la sombra de esa flecha, pero pocos, muy pocos luego de haberla sentido clavada la han sobrevivido.