EL SOUVENIR ES DE SIBILA

regresa
están sucediendo cosas que verdaderamente importan
sé que tus manos escriben esta noche
dijiste que no me gustaría
cómo te explico que cuando decís loba
puedo ser tan sutil como
el pedazo de techo que va cayendo
de la escalera al baño
y del baño a la fiesta
estoy roleando el dice de tu cordura
vas a necesitar otro congreso de hermeneutas
están sucediendo cosas
traéme una cerveza
brindemos
todo lo que no se conoce
desaparece

Sibila, La Papisa
Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta
Famoso
Y leas estas líneas que el autor escribió para ti
Y tú no lo sepas.

E. Cardenal
Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.

E. Cardenal

DÍAS ASÎ

La sensación, cuando cae la correspondencia en el suelo, de que entre las cartas puede haber un mensaje de amor, de amistad, una condecoración, un cheque. De que sentado a la mesa para desayunar debo salvarme

J. Cheever, Diarios
Historia de amor sin amor.
Me apresuro. Hay amor.
Hay amor de la misma manera en que recién salí a la noche y dije: hay viento

A. P.
Me amaron, al menos eso dijeron.
Muchos me amaron porque no soy parecida más que a mí.

A. Pizarnik

TODO AMOR QUE TUVE EN ESTA VIDA

fue un intercambio de seguridades

EL HABITO Y EL CURA

Quiero vivir muchos minutos en un solo minuto. Quiero multiplicarme para poder abarcar incluso esas áreas desérticas que dan idea de inmovilidad eterna. En la eternidad no existe el tiempo. Noche y día son contrarios porque son el tiempo y el tiempo no se divide. De ahora en adelante el tiempo será siempre actual. Hoy es hoy. Me sorprendo y al mismo tiempo desconfío de tanto que me es dado. Y mañana tendré de nuevo un hoy. Hay algo doloroso y tajante en vivir el hoy. El paroxismo de la nota más fina y alta de un violín insistente. Pero está el hábito y el hábito anestesia.

Clarice Lispector. Un soplo de vida

FUEGUITOS

Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas.

Jack Kerouac . En el camino